SAN ANTONIO DE ARECO, Buenos Aires
Construida en 1830 y abierta al turismo desde los años 80, es una de las estancias más antiguas de la pampa bonaerense.
Recientemente ha sido reciclada y convertida en un hotel-boutique que combina un lujoso confort con la elegancia colonial. La Bamba tiene pocas habitaciones y todas, menos una, se ubican dentro del casco principal, decoradas con los colores y texturas de la pampa.
La gastronomía, propia de un miembro Relais & Chateaux, mantiene los sabores criollos dentro del menú de asado, empanadas y panqueques.
Ubicación
Está ubicada a 120km de CABA, en San Antonio de Areco.
Tiene un excelente acceso y el trayecto demora apenas 2 horas.
El dato
La estancia perteneció a una familia argentina que decidió abrir sus puertas al turismo en los 80.
En 2007 es adquirida por un patrón de polo de origen francés, que decide cerrarla por 4 años y remodelarla por completo, manteniendo la decoración y estilo colonial de estancia original.
Tradición criolla
Las experiencias tradicionales, muy ligadas al caballo, organizadas por gauchos nacidos en La Bamba.
Arte local
Un detalle: las habitaciones cuentan con piezas de colecciones de arte local de San Antonio de Areco, y todas tienen salida a la galería de la casona.
La pulpería
La pulpería, el edificio más antiguo de la estancia, es el corazón del hotel: es un lugar ideal para leer, relajarse y revivir (mediante el mobiliario, la decoración y las fotos de Aldo Sesa) la historia magnífica de la propiedad.
Lo que hay que saber
Aceptan niños a partir de los 12 años.
Cuenta con campo de polo y el acceso es exclusivo para los huéspedes de la Estancia.
Se organizan visitas a San Antonio de Areco, y tienen la posibilidad de conocer los talleres originales de los artesanos locales.
NUESTRA VISIÓN:
La estancia es un hotel boutique maravilloso para una estadía mínima de 2 noches. Una escapada cercana, a un lugar donde cada detalle esta totalmente cuidado.
Mágica combinación de la historia de las pampas con la atención y las necesidades actuales de un huésped exigente.
Es una propuesta ideal para compartir en familia o en pareja, con mucho espacio abierto y seguro.